Uno de los pasajes más terribles del Nuevo Testamento es, sin duda, el relato que hace Mateo sobre la degollación de los niños de Belén. En Mt 2,1-18. Cuenta que, cuando nació Jesús, se presentaron en Jerusalén unos magos venidos de Oriente. Le preguntaron al rey Herodes dónde había nacido el rey de los judíos. Herodes, que se consideraba el único rey de los judíos, pensó que alguien venía a quitarle su trono. Entonces envió a los magos hacia Belén, donde tenía que nacer el Mesías, con la recomendación de que una vez que lo encontraran se lo hicieran saber. Pero los magos, después de hallar a Jesús, decidieron regresar a su país por otro camino. Cuando Herodes se enteró, se enfureció y envió a sus soldados a matar a todos los niños menores de dos años de Belén, a fin de eliminar entre ellos a Jesús. Pero éste logró salvarse porque José y María huyeron a tiempo a Egipto, donde buscaron refugio.
Comentaristas antiguos han calculado en 3.000 los "santos inocentes" muertos ese día. La iglesia griega sostiene que fueron 14.000. Los cristianos sirios los elevan a 64.000. Y algunos han llevado la cifra a 144.000, en referencia al Apocalipsis.
Pero en realidad Belén era una pequeña aldea en tiempos de Jesús, y su población no llegaría a los 1.000 habitantes. Por lo tanto, los nacimientos no podían haber sido más de 30 por año. La mortalidad infantil de Oriente era muy elevada en esa época, es probable que solo la mitad de los recién nacidos llegaran a los dos años, quedando unos 15 niños. A estos 15 hay que restarle la mitad, correspondiente a las niñas, con lo cual nos quedan unos 7 niños sobrevivientes por año. Como los bebés muertos tenían menos de dos años, las victimas debieron de haber sido unas 14.
Pero ¿Ocurrió realmente la matanza de los niños inocentes? La dificultad para aceptar este hecho como histórico es que semejante matanza no figure en ningún otro documento de la época. Flavio Josefo, historiador del siglo I, dejó escrita la vida de Herodes; y de él conocemos todos los datos sobre el monarca. Curiosamente no menciona para nada el episodio de los niños de Belén. ¿Cómo es posible que Flavio Josefo, que sentía desprecio por Herodes, y que se esmeró en dejar escrito cada detalle de sus crímenes, incluso los privados y familiares, no se haya enterado de una cruenta matanza como la de Belén?
Otra razón para desconfiar de la historicidad de estos hechos, es un sospechoso parecido entre los episodios de la infancia de Jesús, y la de Moisés. Si analizamos lo que el Éxodo cuenta sobre Moisés, y lo comparamos con lo que cuenta Mateo sobre Jesús, veremos que ambos relatos coinciden asombrosamente.
1) Al nacer Moisés, un rey (el faraón) da la orden de matar a todos los niños nacidos en Egipto. Al nacer Jesús, un rey (Herodes) da la orden de matar a todos los niños nacidos en Belén.
2) La orden del rey egipcio se debió a la desobediencia de las parteras. La orden del rey judío se debió a la desobediencia de los reyes magos.
3) Ejecutada la orden, Moisés salva su vida milagrosamente. Ejecutada la orden, Jesús salva su vida milagrosamente.
4) Moisés se salva en Egipto. Jesús se salva en Egipto.
5) Luego de un tiempo muere el rey egipcio persecutor. Luego de un tiempo muere el rey judío persecutor.
6) Entonces Moisés recibe la orden de volver a Egipto, porque han muerto los que intentaban matarlo. Entonces san José recibe la orden de volver de Egipto, porque han muerto los que intentaban matar al Niño.
7) Moisés toma a su mujer y a sus hijos, y vuelve a Egipto. San José toma al Niño y a su madre, y vuelve a Israel.
Los dos relatos son tan parecidos porque Mateo compuso su evangelio para cristianos de origen judío. Sabía que los judíos veneraban mucho a Moisés, ya que él había sido el salvador del pueblo y el mediador de la Alianza con Dios. Ahora bien, Mateo no sabía detalles de la infancia de Jesús. Sí conocía los hechos de su vida pública, pero no los de su niñez. Entonces decidió contarla inspirándose en la infancia de Moisés. De esta manera, aprovechó para decir a sus lectores que Jesús era el nuevo Moisés que Dios había enviado a la tierra.
Mateo, no pretendió contar un hecho exactamente sucedido durante la niñez de Jesús. Lo que quiso fue explicar a los lectores que Jesucristo es el nuevo Moisés que los judíos estaban esperando para hacer una Nueva Alianza, y lo dijo a su manera, contando que cuando Jesús siendo niño, debió afrontar una trágica persecución y que logró salvarse milagrosamente, igual que Moisés.
Pero Mateo quiso también enseñar que en toda sociedad es posible encontrar hombres con ambición de poder, dominadores de las naciones, que no respetan a nadie, al punto tal de no dudar en eliminar a cuantos se interponen en su camino. Estos tiranos siempre quieren dominar, no soportan la idea de que haya alguien por encima de ellos. Pero, según Mateo, estos dominadores no se dan cuenta de que, despreciando a los hombres, están enfrentando al mismo Dios.
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