viernes, 1 de noviembre de 2019

Día de Todos los Santos

Por: Santiago F. Garavaglia Vodopia  


Introducción

En los países de tradición católica, el 1 de noviembre se celebra el "Día de Todos los Santos", una tradición instituida justamente en honor a todos los santos de la Iglesia, conocidos y desconocidos, para honrar y traer a la memoria a las personas que han muerto y a la vez compensar cualquier falta a estos consagrados a Dios por parte de los fieles durante el año.

Historia

En muchos países europeos, el invierno está asociado a la estación más lúgubre y fría. La "muerte" de la naturaleza, según la tradición, se iniciaba cuarenta días después del equinoccio de otoño (22 de septiembre), precisamente con el Día de Todos los Santos, el 1 de noviembre. Se rinde culto a los muertos y en estos días (el día 2 es el día de las almas, día de los muertos) y se vinculan con la vuelta de sus almas durante estos días y a diversas manifestaciones de su presencia entre nosotros.

La Iglesia primitiva acostumbraba a celebrar el aniversario de la muerte de un mártir en el lugar del martirio. Frecuentemente, los grupos de mártires morían el mismo día, lo cual condujo naturalmente a una celebración común. En la persecución de Diocleciano (emperador de Roma entre 284 y 305), el número de mártires llegó a ser tan grande, que no se podía separar un día para asignársela. Pero la Iglesia, creyendo que cada mártir debía ser venerado, señaló un día en común para todos. La primera muestra de ello se remonta a Antioquía en el Domingo antes de Pentecostés.

La historia de del Día de todos los Santos se origina gracias al papa Gregorio III (pontífice n.º 90 de la Iglesia católica entre 731-741) quien consagró una capilla en la Basílica de San Pedro a todos los Santos y arregló el aniversario para el 1 de noviembre. Más adelante, a mediados del siglo IX, Gregorio IV (papa nº 101 de la Iglesia católica, entre 827 a 844) extendió la celebración a toda la Iglesia, muy probablemente para contrarrestar la celebración pagana del “Samhain” o año nuevo celta (en la actualidad Halloween) que se celebra la noche del 31 de octubre.

En esta fecha, se venera a todos los santos que no tienen una fiesta propia en el calendario litúrgico y por tradición es un día festivo, no laborable y de precepto para los católicos, es decir deberán participar de la Santa Misa.

Por ello, es costumbre la visita masiva a los camposantos (cementerios o lugares destinados a enterrar a los muertos), para "coronar" con arreglos florales las tumbas de los seres queridos y por la noche, algunas personas mantienen como tradición las velaciones, que consiste en permanecer en vigilia de oración a la luz de las velas hasta el amanecer o quizás por unas horas para rogar por la salvación del alma de un familiar o amigo.

En el 2013 el Papa Francisco, ante una gran multitud de gente, exhortó: “Dios te dice: no tengas miedo de la santidad, no tengas miedo de apuntar alto, de dejarte amar y purificar por Dios, no tengas miedo de dejarte guiar por el Espíritu Santo. Dejémonos contagiar por la santidad de Dios”.

jueves, 31 de octubre de 2019

HALLOWEEN - Cristiano, no lo celebres!!!

El comportamiento de un cristiano


Está dicho con toda dureza en el Apocalipsis:
"Felices los que lavan sus ropas, porque así tendrán acceso al árbol de la vida y se les abrirán las puertas de la ciudad. Fuera los perros, los hechiceros, los impuros, los asesinos, los idólatras y todos los que aman y practican la mentira." (Ap 22, 14-15)

Desde el Antiguo Testamento, Dios advierte que no deben imitarse a los paganos que promueven lo diabólico, y sí en cambio hay que entender que Dios ha dado cosas diferentes (Deuteronomio 18, 9-14). En la noche del 31 de octubre evite el simbolismo estrechamente asociado a lo pagano.
Halloween es un evento satánico, no hay que dar rodeos. No es "neutro", porque el mal no es neutro. Es necesario que usted tenga claro de qué se trata. Si uno piensa en ese día para algo especial con los niños, no lo llame "Halloween", sino de otra manera. Y explíqueles a los niños de qué se trata, con el fin de que tenga claro que debe evitarse esa noche. No enseñe a los niños que el mal es un juego, acláreles por el contrario las cosas y no deje que se disfracen de nada diabólico.
"Al que haga caer a uno de estos pequeños que creen en mí, mejor le sería que le amarraran al cuello una gran piedra de moler y que lo hundieran en lo más profundo del mar." (Mt 18, 6)

No voy a decir que uno no haga algo especial con los niños la noche del 31 de octubre, pero sí sugiero que evite simbología macabra que atraiga a los niños hacia lo malvado, y en su lugar use elementos tales que sea una celebración infantil, no de otro tipo. Es decir NO celebre halloween, sino que haga algo que no tenga nada que ver con esa fiesta pagana. Los disfraces que sean infantiles de verdad, con el rostro descubierto si es posible. Hay quienes sostienen que disfrazarse es diabólico, pero no olviden que el problema no es un disfraz sino lo que se hace con este.


Sea enfático con los niños: ninguna fuerza maligna los puede tocar


Los niños son muy susceptibles. Hágales entender que lo maligno no los puede tocar porque Jesús es más poderoso. Jesús mismo lo dice: "Mis ovejas escuchan mi voz y yo las conozco. Ellas me siguen,  y yo les doy vida eterna. Nunca perecerán y nadie las arrebatará jamás de mi mano.  Aquello que el Padre me ha dado lo superará todo, y nadie puede arrebatarlo de la mano de mi Padre.  Yo y el Padre somos una sola cosa.” (Jn 10, 27-30)

Uno mismo interiorice esta convicción y deje de pensar en que cualquier bobada podrá afectar su alma. Esa forma de pensar es signo de debilidad, y si uno la transmite a los niños los volverá débiles, y además propicia que las personas se excusen en otros para cometer sus propias maldades ("es que el diablo me hizo hacer tal o cual cosa..." dicen algunos para excusas su conducta). No olvidemos esto: cada quien responde por lo que hace (Rm 2, 6).


Sea conciente de que halloween es un día en que hay que tener cuidado


Esa noche tenga precauciones. Realmente pueden pasar cosas malas, y no solamente porque hay personas que adoran el mal, eso no es un mito (lea un testimonio de un exsatanista). Sobre consejos para esa noche busque consejo experto, no cualquier información que circule por ahí. Por ejemplo, lea los consejos de la American Academy of Pediatrics para la noche del 31 de octubre si va a salir con sus hijos a pedir dulces.


El origen de "halloween"


Hay dos noches especiales para la brujería: el 30 de abril y el 31 de octubre. Ambas noches corresponden a celebraciones celtas. La primera es la noche de walpurgis ("Beltaine" era la fiesta celta del día siguiente), la segunda -más mentada- es halloween.

La palabra halloween es una contracción de una frase en inglés que significa "Víspera de todos los santos" (All Hallows' Eve), o sea la víspera de la fiesta de Todos los Santos, la fiesta cristiana que pretendió reemplazar la conmemoración pagana del año nuevo de los celtas, los mismos que construyeron Stonehenge en Gran Bretaña y que en realidad eran pueblos variados pero de cultura similar principalmente del nororiente europeo, aunque en diferentes épocas ocuparon otros territorios incluído lo que se llamó Galacia en Asia Menor.

Desde antes de la llegada de los romanos, el 1 de noviembre los celtas celebraban una fiesta de la tierra y la naturaleza, Samain, en la transición entre el verano y el invierno. La víspera ("Oidhche Shamhna") se seguían ciertos ritos y costumbres porque se asumía que espíritus de toda clase circulaban con libertad pues los límites entre el mundo de los muertos y de los vivos se desvanecía, de manera que cosas como comunicarse con ellos ocurrían esa noche. Los sacerdotes celtas, los druidas, recogían las bayas del muérdago y otros elementos mágicos y hacían predicciones sobre el futuro. No en vano se denomina la noche del 31 de octubre "la noche de las brujas", pues aún hoy es una noche en que brujos y amigos del satanismo se reúnen por considerarla especialmente apta para sus infames quehaceres. El árbol sagrado de los celtas era el roble.

La época del año que se avecinaba, el invierno, era de escasez de alimentos y de muerte de la naturaleza. Según las leyesdas celtas, esa noche quienes habían muerto en el año retornaban y en muchos casos debían ser guiados al otro mundo, a veces utilizando nabos huecos (se discute si los celtas usaban calabazas). Se encendían hogueras al aire libre y todo el pueblo participaba dejando las casas a oscuras y frías para que los espíritus no las encontraran agradables para permanecer en ellas, por eso también se hacían reuniones ruidosas para que no creyeran que iban a encontrar tranquilidad, a más de que se dejaba comida en las puertas para que -en últimas- los espíritus no tuvieran que entrar si tenían hambre.

También espíritus malignos, brujas y duendes andaban por ahí, de modo que se tallaban caras espantosas en nabos para ahuyentarlos, si bien para mayor seguridad y con el fin de engañarlos las personas se disfrazaban o se pintaban la cara, pues podían intentar entrar en ellos.

Las hogueras ardían y, en ocasiones, algunas personas eran incineradas en ellas como sacrificio. En lo que hoy es Irlanda, estas hogueras que ardían en lugar de los fuegos caseros, comenzaban con antorchas provenientes del fuego sagrado de los celtas en un sitio de ese país. Los celtas arrojaban en las hogueras los huesos del ganado sacrificado para la festividad, de aquí que en inglés hoguera se diga "bonfire" de "bone" (hueso) y "fire" (fuego).

Con la llegada de los romanos, los sacrificios humanos dejaron de usarse en favor de la quema de efigies alrededor del siglo I de nuestra era, y el 31 de octubre se mezcló con otras fiestas y costumbres de aquellos, como fue la fiesta a Pomona del mismo día, la diosa de los frutos y los árboles, cuyo símbolo es una manzana (por eso con el tiempo en halloween se pedían manzanas y se juega a coger esos frutos con la boca en barriles con agua) o la de feralia, la cual aunque es del 21 de febrero, contiene elementos afines por conmemorar a los espíritus de los muertos (o manes según la mitología romana; Feralia era la parte pública de las festividades a los manes. Parentalia el 13 de febrero, era la parte privada y se orientaba a los parientes. Entre el 13 y el 21 de febrero, de hecho, se seguía toda una serie de ritos y hábitos en honor a los muertos): por ejemplo, una de las costumbres en Feralia era llevar alimentos a las tumbas de los seres queridos.

Alrededor del siglo IX la iglesia estableció la fiesta de todos los santos el 1 de noviembre, y la de todas las almas el día siguiente (Día de los Difuntos), conforme una regla papal totalmente lógica de no ordenar simplemente la desaparición de las costumbres paganas (lo cual causaba enorme resistencia en el pueblo ignorante) sino reemplazarlas con prácticas más cristianas con el fin de hacerlas desaparecer con el tiempo; la estrategia tuvo éxito completo en otras festividades, pero en halloween no se logró todo lo que se perseguía, tal vez porque halloween era un festival, mientras que Todos los Santos es una conmemoración más pasiva, así que las dos cosas se mezclaron. Por ejemplo, se pretendía que la gente se disfrazara de santos y ángeles, pero algunos no dejaron de disfrazarse de otras cosas como ocurre aún hoy en día.


El significado del "triki triki halloween..."


Por desgracia, los medios de comunicación nos bombardean con el sonsonete de "triki, triki, halloween.. etc." y muchos lo han tomado por una tonada infantil inofensiva.. "Triki" tiene origen en "trick or treat" ("Trick'O'Treating"), esto es, "truco (broma) o trato".

Hace muchos años en Bretaña (luego de algunos siglos de cristianismo), el día de los difuntos los pobres solicitaban comida y las amas de casa les entregaban unos pasteles a cambio de sus oraciones por los parientes difuntos. La denominación de esos pasteles era "soulcakes". Con posterioridad, los niños comenzaron a jugar a pordioseros e iban de casa en caso solicitando manzanas, dinero o regalitos como cintas. En la época de los pioneros en lo que serían los Estados Unidos, los niños comenzaron a utilizar la costumbre de pedir cosas a cambio de no hacer bromas, hábito que solamente se generalizó en el siglo XIX.

El origen mítico de la costumbre es la leyenda de que las hadas que también salían en la noche del 31 de octubre a veces se disfrazaban de pordioseros y pedían limosna. Quienes les daban algo, como comida, eran recompensados; quienes les cerraban la puerta, recibían sorpresas desagradables. Las hadas no eran necesariamente buenas, porque estaban molestas con los hombres por haber entrado a sus territorios y ocuparlos, de modo que los regalos que se entregaban era una especie de negociación con el mal. Por tanta nada de cantar triki triki, sino como "quiero paz, quiero amor, quiero dulces por montón", o un estribillo totalmente distinto.


El significado de la actual calabaza con una luz adentro


El origen es un cuento irlandés que se repite en otras culturas y, como toda tradición, tiene variantes, aunque son relativamente uniformes en todas partes (en Colombia puede leerse una versión en "A la diestra de Dios Padre" de Tomás Carrasquilla). En síntesis, el cuento tiene que ver con un tal Jack que desde niño se dedicó a la pereza y a ejercitar su inteligencia en los juego de azar, sin que en toda su vida hubiera hecho enemigos ni tampoco un solo acto bueno.

Cuando llegó la hora de su muerte, la noche de halloween, llegó el diablo a buscarlo. Jack le jugó una mala pasada poniéndolo preso. Lo liberó únicamente con la promesa de otorgarle otro año de vida -en algunas versiones, la promesa fue que no volviera a intentar llevárselo nunca más o era la muerte la que había sido atrapada por el protagonista de la historia-. Jack, a punta de engaños, logró prolongar su estadía en el mundo otros años adicionales.

Sin embargo, un día de halloween la muerte tomó a Jack por sorpresa. Jack caminó en alma al cielo pero San Pedro no lo dejó entrar porque no había hecho acto bueno alguno. Cuando fue al infierno, el diablo tampoco lo dejó entrar porque estaba cansado de sus trucos. Cuando Jack se puso a llorar en vista de que iba a tener que deambular de un lado a otro para siempre, el diablo le arrojó un carbón encendido para que le sirviera de linterna, que Jack metió en un nabo hueco como el de los celtas. Con ella, Jack ilumina su camino todavía buscando un sitio para descansar (algunos atribuyen la calabaza a una innovación de la tradición por parte de los colonizadores en américa del norte, porque en Irlanda se usaban nabos según el uso celta). Se dice que Jack aparece de vez en cuando la noche de halloween.

Como se ve, es un cuento perverso que somete el mal a la inteligencia humana, cuando lo cierto es que al mal lo somete el poder de Dios, nada más. El hombre carece de poder para jugar con el diablo. Justamente una de las triquiñuelas típicas del maligno es hacer creer a quienes transan con él que pueden manejar la situación y salir ganadores, y ni hablar de que es absurdo esperar que el diablo cumpla sus promesas. Tampoco nadie se mueve entre el cielo y el infierno como pretende el cuento. Como se lee en San Lucas acerca de la suerte del rico una vez muerto en la historia del rico y el pobre Lázaro: "Estando en el infierno (en el Hades), en medio de los tormentos, el rico levantó los ojos y vio a lo lejos a Abraham y a Lázaro con él en su regazo. Entonces gritó: “Padre Abraham, ten piedad de mí, y manda a Lázaro que moje en agua la punta de su dedo y me refresque la lengua, porque me atormentan estas llamas.” Abraham le respondió: “Hijo, recuerda que tú recibiste tus bienes durante la vida, mientras que Lázaro recibió males. Ahora él encuentra aquí consuelo y tú, en cambio, tormentos. Además, entre ustedes y nosotros hay un abismo tremendo, de tal manera que los que quieran cruzar desde aquí hasta ustedes no puedan hacerlo, y tampoco lo puedan hacer del lado de ustedes al nuestro.”" (Lc 16, 23-26)


Dios nos pide que creamos que Jesucristo su Hijo y que lo proclamemos. Desde esa Fe, es que se producen las obras que valen, pero no aisladamente, sino porque son frutos del amor hacia Dios.
"Doy gracias sin cesar a mi Dios al recordarte en mis oraciones, pues oigo alabar el amor y la fe que te animan tanto hacia el Señor como en beneficio de los santos. Ojalá esa fe se vea en las obras y manifieste todo lo bueno que tenemos en Cristo. " (Filemón 1, 4-6)

viernes, 15 de marzo de 2019

El origen Papá Noel en la Navidad

Por: Santiago F. Garavaglia Vodopia 


Introducción:
Papá Noel, Santa Claus, San Nicolás, Viejito Pascuero… entre otros; es el nombre con el que se conoce al personaje regordete, vestido de rojo que trae regalos en la noche de Navidad. De manera común en todo el mundo las personas en su “memoria” aprovechan para dar regalos principalmente a los más pequeños.


La leyenda de San Nicolás de Bari
Nacido entre los años 250 y 270 en Patara, ciudad del sud-oeste de la actual Turquía, Nicolás fue sucesor de su tío el obispo de Myra (hoy es la localidad turca llamada actualmente Dembre). En vida, Nicolás fue protector de los débiles, de las viudas y de los niños. Fue piadoso y generoso.

El emperador Dioclesano que reinaba entonces en toda Asia menor persiguió cruelmente a los cristianos. Ello condujo al aprisionamiento de Nicolás que fue obligado a vivir cierto tiempo en el exilio.

En 313 el emperador Constantino restableció la libertad religiosa y Nicolás pudo retomar su cargo de obispo. Nicolás murió en 343, seguramente víctima de persecuciones religiosas del Imperio Romano. Fue enterrado en Myra, pero sus restos fueron robados en 1087 por mercaderes italianos que los llevaron a Bari, en Italia.

Según una de las leyendas, Nicolás habría resucitado tres niños que habían perecido en una hoguera. Los milagros que se le atribuyeron fueron tan numerosos que san Nicolás se convirtió en patrono de muchas corporaciones, ciudades, de los niños, de los navegantes, de los prisioneros, abogados, solteros, viudas… En números países de Europa se lo festeja la noche del 5 al 6 de diciembre.

La mitología de san Nicolás está fuertemente inspirada en la mitología nórdica del dios Odín. Por ejemplo, se representa a Odín acompañado por un caballo y por dos cuervos que lo ven todo, así como en numerosas representaciones, éste está acompañado de su caballo y de dos pierrots negros.

Lo poco que se conoce de la figura de San Nicolás contrasta fuertemente con la universalidad de su fama y de su culto. Fue tan popular en la antigüedad, que se le han consagrado en el mundo más de dos mil templos. Era y es invocado en los peligros, en los naufragios, en los incendios y cuando la situación económica se ponía difícil, y la gente conseguía por su intercesión favores admirables.


Devoción y reliquias
San Nicolás es especialmente famoso por los numerosos milagros que lograba conseguir de Dios. Se le representaba con unos niños, porque contaba una de las leyendas que un criminal había herido a cuchillo a varios niños, y el santo al rezar por ellos obtuvo su curación instantánea.

Se dice que desde niño se caracterizó porque todo lo que conseguía lo repartía entre los pobres. Decía a sus padres: “sería un pecado no repartir mucho, siendo que Dios nos ha dado tanto”. Al morir sus padres atendiendo a los enfermos en una epidemia, él quedó heredero de una inmensa fortuna, la cual repartió entre los pobres, yéndose luego a un monasterio. Después de visitar Tierra Santa llegó a la ciudad de Myra (Turquía) donde fue elegido obispo. Su elección se consideró un designio divino.

También pintan junto a él a una joven, ya que se dice que en su ciudad había un anciano muy pobre con tres hijas a las que no lograba casar por su extrema pobreza; el santo, por tres días seguidos, cada noche le echó por la ventana una bolsa con monedas de oro, y así el anciano logró casarlas.

De esta manera totalmente involuntaria se fue creando en nuestra vida y en nuestra mente, un sincretismo entre la festividad cristiana del nacimiento de Jesús, Hijo de Dios con una fiesta pagana que nada tiene que ver con el verdadero significado y connotación de la fecha.



Papá Noel en el viejo continente
La Reforma protestante comienza en Europa en el siglo XV y culmina en el XVI y expresa el deseo de volver a las raíces del cristianismo. Esta refleja una cierta angustia de la comunidad religiosa donde la cuestión de la salvación es central. Los reformadores denunciaban la corrupción de la Iglesia Católica, engendrada por el comercio de SinterKlass. Aprovecharon el desarrollo de la imprenta para hacer circular la Biblia en idioma vulgar (alemán) y demostraron que en ella no se hace referencia ni a los santos, ni al culto de la Virgen ni al purgatorio. La referencia a la Biblia como a una norma fue una de las principales motivaciones entre los reformadores.

Después de la Reforma protestante, la fiesta de San Nicolás fue abolida en algunos países europeos, pero en Holanda se conservó la costumbre católica antigua. Así, los niños holandeses continuaron recibiendo la visita de SinterKlaas (San Nicolás) en la noche del 5 al 6 de diciembre. San Nicolás, en ese entonces viajaba en burro y era representado como un anciano de barba blanca que llevaba un largo abrigo de color rojo y una mitra de obispo. Además de ser un filántropo, era un moralista que premiaba a los niños que lo merecían y castigaba a los desobedientes y rebeldes. En Holanda SinterKlass bajaba de un barco que venía de España. En Alemania y en Escandinavia el Weinachtsmann perdió sus atributos de obispo (la mitra y el báculo) y el burro para cambiarlos por un trineo tirado por renos. Los caracteres y el nombre cambian a veces según las regiones. Después de varias décadas, la sociedad cristiana creyó más apropiado que el "Día de los Niños" fuera más adecuado y aproximado al nacimiento del Niño Jesús. Así, en las familias cristianas, el recorrido de San Nicolás se cambió poco a poco a la noche del 24 de diciembre.



Santa Claus en América del Norte
En el siglo XVII, los holandeses emigraron a los Estados Unidos y establecieron una colonia llamada "Nieuw Amsterdam" (en holandés), que en 1664 se convirtió en Nueva York. Con ellos llevaron la costumbre de celebrar a San Nicolás y esta festividad se extendió después en todos los Estados Unidos. Para los estadounidenses SinterKlaas por las malas pronunciaciones, rápidamente se convirtió en “Santa Claus”.

Después de la Revolución Americana, los neoyorquinos de origen holandés recordaban con orgullo sus raíces europeas. Para evitar el olvido de las viejas tradiciones, John Pintard, un anticuario y patriota influyente, fundó en 1804 la “New York Historical Society”, que tenía, entre otras cosas, la intensión de promover a San Nicolás no solo como patrón de la sociedad sino también de toda la ciudad de Nueva York.

En enero e 1809, Washington Irving (1783-1859) se unió a esa sociedad y en el día de San Nicolás de ese año, publicó una historia sobre New York, donde hizo numerosas referencias al carácter alegre del santo. En esta sátira San Nicolás no era un santo obispo, sino un ciudadano holandés enano que fumaba una pipa de arcilla.

De la imaginación de Washington Irving es el origen de numerosas leyendas de San Nicolás en la New Amsterdam; como la del primer barco de emigrantes holandeses que tenía una figura de san Nicolás, la festividad que observaba la colonia holandesa, la primera iglesia que fue dedicada a él y que san Nicolás viene por las chimeneas a traer regalos. La obra de Washington Irving fue considerada como el “primer trabajo notable de la imaginación en el Nuevo Mundo.”

En 1823 el pastor norteamericano Clement Clarke Moore da forma al mito actual de San Nicolás (Santa Claus) y se basa en el personaje de Irving. Pero el carácter del personaje todavía conserva una cierta austeridad, puesto que es una especie de duende que se transporta en un trineo tirado por nueve renos, entre ellos Rodolfo (Rudolph), y que regala juguetes a los niños en la víspera de la Navidad.


Los regalos de Papa Noel o Santa Claus

Esta costumbre también es muy vieja. Ya en la antigua Roma los adultos obsequiaban regalos a los niños durante las fiestas que se realizaban a mediados de diciembre, en homenaje al dios Saturno (el Cronos de los griegos). Con el advenimiento del cristianismo, este personaje de san Nicolás distribuidor de regalos recibe el nombre de “Father Christmas”, “babbo Natale”, “pai Natal” o “père Noël” en Francia, de donde viene el nombre de “papá Noel” en español.


De rojo y con la bebida más popular

En 1886 un litógrafo de Boston llamado Louis Prang publica postales de Navidad en color con la imagen de san Nicolás con vestimentas rojas y haciéndolo residir en el Polo Norte.

Curiosamente ese mismo año se creaba la empresa Coca-Cola, que sacaba al mercado la bebida de nombre homónimo y en 1931 un ilustrador de la empresa, asoció la imagen de Santa Claus al dibujarlo portando en su mano una botella de esta bebida refrescante. Esta multinacional fue la responsable con su inmensa campaña publicitaria de que la imagen de Santa Claus como hoy día la conocemos se hiciese popular en todo el mundo.

Vemos entonces como durante la festividad de san Nicolás en el siglo XV, los ricos comienzan a dejar dádivas en zapatos puestos en las iglesias holandesas para que estas fuesen posteriormente repartidas entre los pobres y humildes, ante las acusaciones de los protestantes por el comercio de las indulgencias. En el siglo siguiente los ricos se transforman en gnomos y ya van directamente a los hogares donde hay niños para dejar sus dádivas en zapatos. Los gnomos empiezan a tener un jefe al que se identifica con el personaje que motiva la celebración de san Nicolás, el 6 de diciembre. En las colonias americanas este personaje deja de ser obispo, para ser un enano holandés alegre y bonachón, en el contexto de la recuperación de la memoria cultural holandesa.

Posteriormente un profesor de teología escribe en Boston un cuento dedicado a su hija, trasladando la festividad de los regalos a la noche anterior a la Navidad, y transformando al personaje en un hombre grande y barrigudo que viaja en un trineo arrastrado por renos voladores. Pocos años después ya viste de rojo y se le ubica en el Polo Norte. La Coca Cola universaliza el mito durante el siglo XX en el periodo de entreguerras a través de una gigantesca campaña publicitaria que asocia la leyenda a su emblemática bebida y así el mito ya está construido y universalizado.